Y seguimos por Castilla. Segovia
Segovia y Ávila
Puesto que no sólo de capital vive un ciudadano procedí , en esta ocasión procedimos a visitar dos viejas deudas, una de ellas Segovia, que tenía conmigo mismo, dos capitales de provincia por supuesto olvidadas por mis pisadas pero no por mis miradas. Y es que la tierra de Castilla ya conquistó a Machado y por supuesto que a mí.
Segovia
El acueducto, Perico Delgado, el alcázar, la catedral … una de las provincias a las que hay que ir casi de propio pero que tienen en las faldas de la sierra un aire cuanto menos más limpio que la vertiginosa capital del Reino.
Directos al casco antiguo por sus callejuelas no tardamos en dar con la plaza mayor , entrañable , sobria y con sabor a otra época que sabemos que ya se nos ha ido pero que nos resistimos a no creer que es parte de nuestra esencia como el pueblo que somos.
El día estaba ciertamente destemplado pero la cantidad de bares de tapas que hay alrededor así como cafeterías nos daban un respiro y aliento al calor. Ya veíamos que Segovia era algo más que el acueducto.
La catedral
Entre mitad del Siglo XVI se construiría una joya del gótico tardía con muchos puntos renacentistas. Una maravilla conocida como la Dama de las catedrales españolas. Es todo volumen , de cerca uno no se puede hacer la idea de las dimensiones que tiene. Está en la misma plaza mayor. Sin pérdida. Recomiendo un café tranquilo en la cercanía para admirar todos los adornos que tiene.
Dulces
A mi no me van mucho pero los que probamos en Freia Pastelería estaban muy ricos. Merlitones, mantecados y empiñonados
El alcázar y la visita a la torre de Juan II.
Enfilando calle arriba o abajo, lo cierto es que las cuestas eran prudentes, pusimos ruta hacia el Alcázar, el palacio que me decía mi compañera, un palacio de ensueño. Yo ya sabía que nos iba a gustar, eso si , paciencia que gente ir va … ¿ Disney diseñaba sus castillos pensando en el Alcázar ? Quizá … pero este es de verdad .. a la ribera delos ríos Eresma y Clamores , cubriendo una buena parte del horizonte de la meseta. Allí arriba, allí está el alcázar. Sin duda las idas y venidas de las noblezas de los siglos XIV y XV tuvo que tener allí parte de un entramado complejo y a la vez simple por las luchas de poder. De fortaleza de frontera pronto pasaría a ser una palacio residencial. Imprescindible subir a la torre de Juan II, unas vistas incríbles.
Si subes la escalerica es algo estrecha, no agobiarse, subida fácil con descansillos pero a prueba de buenas rodillas.
Desde la torre de Juan II
Acueducto
Creo que recientemente hubo alguna polémica sobre la datación de cuando se concluyó esta increíble obra de ingeniería. En vez del Siglo I fué el II pero el origen es romano de pura cepa. Sobriedad de una construcción útil que parece increíble con los medios que entonces se disponían tanto en la cuantía de los materiales como a la precisión que una obra como estas requieren. Hay que estar allí y verlo para creerlo.