Más si trepais a un cerro y veis campo

desde los picos donde habita el águila,

son tornasoles de carmín y acero,

llanos plomizos, lomas plateadas

circuidos por montes de violeta,

con las cumbres de nieve sonrosado.

Antonio Machado

La conciencia de uno es de más de uno cuando se parte de un origen, todos tenemos uno, somos de dónde venimos y de donde estamos. Padecemos y disfrutamos el ser como somos y de este ser data nuestro origen… y yo tenía una cuenta pendiente con parte de mi intrahistoria, mis abuelos. Ayer puse rumbo a un viaje que me lleva por un lado a la historia, romana cuanto menos y medieval sita en la increíble Medinaceli con sus más de 2000 años y vestigios celtibéricos, romanos son famosos su arco y sus mosaicos, de excelente conservación. Por otro lado me lleva a entender de dónde vengo o al menos a entender un poco más quien soy, mi versión numantina, soriana y algo testaruda de la que por supuesto Aragón también forma parte. La mezcla de esencias, de virtudes y algún que otro recosiro menos noble se vierten en mi.

Hablaré pues de mi parte castellana. Recorrí ayer primero Arcos de Jalón, que era y sigue siendo de alguna manera el núcleo más activo de la zona por tener un apeadero de primer nivel durante muchísimos años donde viajeros y mercancías se mezclaban con el paisaje mesetario. Arcos era donde mis antepasados viajaban a reponer de las mercaderías que la dureza de los pueblos y su lenta comunicación impedían tener a diario. Arcos también ha sufrido la despoblación, Soria en general padece de ese mal y esta zona incluso todavía más.

Sin más preámbulos puse la directa a Judes, la población donde nació la abuela.

Judes fue el primer núcleo donde se compuso la unidad familiar, toda una historia dura padecida en una época donde la gente moría al nacer o al dar de nacer, o de fiebre o de tos …, eran años sin penicilina entre otras vicisitudes. Me he encontrado con una señora muy amable que enseguida intentó movilizar lo que  podía para enseñarme el pueblo, nada más decir quien era o de quien provenía lanzó un “gracias por venir a tu pueblo Judes” , me sacó una sonrisa de felicidad, llamó a otro señor y en un periquete abría de par en par Iglesia y Sacristía para que yo la viera. Enseguida el señor me empezó a hablar de mis abuelos, que si el Bisabuelo había engendrado sólo chicas, en aquella época debía ser un castigo divino no disponer de hijos para la continuidad de las labores del campo, siempre tan duras y con falta de mano de obra masculina.Enseguida el paisano de 82 años lo arregló con un “ eso si, las más guapas del pueblo “ a lo que sin mucho esfuerzo contribuyó a que me hinchara un poco de pecho a espalda por aquello del orgullo de uno. Allí fue el abuelo a casar con la abuela con una historia algo triste pero alegre al mismo tiempo, no obstante de aquello salió mi más próxima ascendencia, mi padre, al que llevo con mucho orgullo en mis acaeceres. El abuelo era una especie de Miguel Delibes, de temple y de mente, de cuando yo lo conocí ya en Aragón, el paisano me comentó que la caza era su pasión.

Caminad para Medina cuanto más podáis andar.

Mi mujer y mis dos hijas con Minaya

allí  estarán así  como a mi dijeron,

allí las podréis hallar.

Hacedles muy grandes honras

y traédmelas acá.

Fui al cementerio, muy dejado, se supone que lo habían limpiado y no era el original ya que antaño estaban al lado de la iglesia parroquial. Así que no había lápidas anteriores a 1900, una pena, ya que yo hubiera deseado ver por dónde iban esos apellidos que directa o indirectamente salen en mi adn. No busqué mucho mas , no era esa la primera idea. La placa preconstitucional de “caídos por España” estaba plagada de apellidos que yo arrastro. Días duros 1936,37,38,39 … seguro que algún inocente caería por el fuego de algún ancestro, eso también lo arrastra la historia. Ojala no vuelva a ocurrir. Yo quería haber retrocedido más pero sin embargo la historia solo arrastra los “grandes” acontecimientos, las costumbres de diario se pierden en el abismo de los tiempos.

Me dirigí al campo más abierto, a donde se ganaban el sustento las gentes de antaño en búsqueda de lo que a veces llegó a ser una laguna aunque ahora sólo queda el continente ya que el contenido se ha evaporado cual parte de la historia de estas tierras. Y pensar que hace años se bañaba allí la gente, queda lejos del pueblo. Se nota la altura y a pesar de que es Junio el aire es frío y seco eso si sin la potencia de donde yo vengo, al menos el cierzo acá da más tregua, eso si Soria es Soria, es seria y es fría, esencia de Castilla. Meseta eterna, claros abiertos, cazadores de antaño y algunos por “cojuntividad”. Eso me he encontrado en Judes, humildad y dureza. No es fácil vivir allí, lejos de asfaltos y humos de prosperidad, lejos de la vida errática y dinámica. Paz y sosiego. Orgullo y Soria de nuevo que te engancha con su sobriedad.

Avancé hasta Iruecha,ruta del Cid y el pueblo donde nació el abuelo, de allí salió él. Mi parada obligatoria fue el Camposanto, a buscar apellidos, muchos de nuevo coincidían con los que arrastro, al igual que en la lista de los caídos en la Guerra que aparecen todavía por las Iglesias. Otra historia dura en otro pueblo duro. De pronto como parte de aquel paisaje el silencio se asoma de nuevo, una pequeña brisa salpica nuestras sensaciones, es casi el silencio. Una fuente de 1909 de la que mana agua en la falda de la colina donde está situado el pueblo. Rústicas casetas abandonadas en las eras del rededor. Una tierra dura empedregada donde la gente se partía las espaldas para sacarle la sustancia a la mies. Ahora los pueblos se recomponen para las residencias de domingo y sábado, la gente vuelve pero el alma del pueblo todavía no lo siente. Se busca la paz del instante. Caída en gracia y desgracia de la sociedad rural de esta parte de España. En Judes me comentaron que dos familias llevan todas las tierras del pueblo y que todo depende de Arcos de Jalón, todas las tierras que sirven para la actual agricultura claro. El bar se abre a la 1, allí irán a echar la partida y a hablar de sus historias los viejos, los que quedan. Algo de abandono y tristeza.

Así me ha parecido que es la Soria rural actual. Medinaceli, donde me hospedo al menos mantiene su gancho turístico pero no pasa lo mismo con los concejos de toda la vida, los hay muchos. Con dos familias se lleva el tajo … la globalización matando a Soria.

El aroma a Soria todo un placer, respirar aquí es toda una experiencia. La gente cuida sus jardines el lo estético y en lo aromático. Es una delicia pasearse por las calles de estos pueblos en Junio. Cada día entiendo más a Machado y a Delibes.

PD. sin tanto interés personal pero muy bonito el entorno de Medinaceli, muy cuidado al turismo. Recomendable.